Frente al Club Martín pescador
El Rotary Club Gualeguay ha delimitado un espacio para que los vecinos depositen sus botellas plásticas con el fin de reutilizar las mismas en la constucción de una casa que se edificará integramente con botellas plásticas.
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Enseñarán a hacer casas con botellas
Llegó a Paraná Alfredo Santa Cruz, un artesano de Misiones que tiene una técnica única: construir viviendas con recipientes. Se necesitan 40 por metro cuadrado.
Está en Paraná el hombre que descubrió una técnica única: construir una casa con botellas de plástico. Se llama Alfredo Santa Cruz, vive en Puerto Iguazú, pero recorre distintos lugares del país para capacitar a las personas que quieran aprender a darle un destino a la basura.
Hoy a las 9.30 brindó una charla en la escuela Esparza, ubicada en el corazón del barrio Mosconi. Allí dejará una casa terminada para que quienes se capaciten puedan seguir enseñando a otros.
“Todo empezó por una necesidad económica. Mi hija quería una casa de muñecas y yo no podía comprársela. Entonces le armé una con botellas de plástico. Ahí me di cuenta de que se podían hacer muchas cosas con el plástico, en vez de tirarlo a la basura”, dijo a UNO Santa Cruz, un santafesino que desde hace varias décadas se fue a vivir a Puerto Iguazú.
Una técnica única
“Las botellas son los ladrillos de nuestra construcción”, aseguró Alfredo. Para fabricar estos ladrillos todas las botellas deben ser del mismo tamaño. “Las más recomendadas son las de un conocido refresco internacional de tamaño grande -de 1 1/2 litros o 2 litros y 1/4- porque son las más resistentes”, acotó. Algunas botellas son cortadas por la mitad y otras son usadas enteras.
Sobre la técnica dijo que sobre la base de una botella entera es unida a la base de otra botella, cortada por la mitad. Para ello se realiza una pequeña perforación en la base (con un destornillador caliente) y se coloca un tornillo. Esta botella unida a la mitad de otra es la unidad básica de construcción.
Las unidades mínimas se van acoplando, primero una al lado de otra. Luego, son encastradas una encima de la otra . De esta manera se van levantando columnas y paredes. Uno puede darle la altura que quiera. “La casa se puede revocar y pintar como cualquier otra construcción”, dijo el artesano.
Cuenta que conocer la técnica también permite obtener una salida laboral. “Con esta mecánica se puede hacer una gran variedad de cosas que pueden ser comercializadas. En cada lugar donde enseñamos la técnica la gente tuvo otras ideas para crear. Así se hicieron garajes, galpones, sillones, canastos, porta-termos, flores, árboles de navidad, llaveros, portarretratos. “Lo que se te ocurra, porque no sólo sirven las botellas, sino todo material reciclable, como botellas de vidrio y latas de gaseosas”, relata Santa Cruz de una tarea que también hace con su familia. Son, en suma, artesanías hechas con material reciclable, que venden en Puerto Iguazú, en un predio ubicado a no más de 15 minutos de las Cataratas del Iguazú.
La familia Santa Cruz
Todos se dedican al mismo rubro. está compuesta por Alfredo, su mujer y sus tres hijos, ya viajó para enseñar su técnica no sólo por casi toda Misiones, sino que también fueron a Formosa, La Rioja, Santa Fe, siempre convocados por algún municipio o por alguna ONG que ayuda a las familias más pobres a crear proyectos autosustentables.
Son eternas
Las botellas de plástico del conocido refresco internacional tienen filtro UV, esto permite que duren muchos años, a diferencia de lo que podría ocurrir con otras botellas. Por eso la casa será eterna, “no se resquebrajará jamás”, aseguró el artesano de la basura.
Los beneficios de la construcción: menor costo y tiempo de obra
“Yo soy un científico loco”, dijo el hombre que entiende la importancia de trabajar con la basura dándole una utilidad.
Para hacer una habitación se necesitan 1.200 botellas de plástico. Para realizar unos sillones hay que emplear unas 120 botellas y cerca de 200 para la cama. “La primera casa ecológica del mundo es mía”, dijo el hombre que vive en Iguazú de lo que aportan los turistas que lo visitan. “Yo vivo de la basura”, respondió al dar cuenta de sus ingresos actuales.
Entre los beneficios que tiene la casa que este hombre propone comentó que la técnica que él utiliza permite construir hasta dos o tres metros cuadrados de pared terminada en apenas un día y tiene un costo de 4 pesos por metro cuadrado. “El piso puede ser como el de cualquier casa tradicional; de cemento, de tierra”, dijo. Incluso confirmó que también puede ser fabricado con cajas de tetrapack.
El hombre dijo que cualquier persona con ganas de trabajar puede fabricar una casa de este tipo. “A la gente humilde es muy difícil llegar con un mensaje de concientización ambiental, pero si le enseñamos cómo usar los residuos y tener una fuente laboral, todo puede ser posible”.
Para obtener más información los interesados pueden comunicarse a la página web lacasadebotellasgooglepages.com o al e-mail lacasaecologicadebotellas@hotmail. El artesano viajará el 5 de setiembre al exterior para dar cursos en México y Colombia, entre otros países.
Técnica para descubrir la importancia de los residuos
Alfredo fue invitado por la escuela Esparza de Paraná para dar este curso. La directora, Hilda Leguizamón, una mujer comprometida con las necesidades de su barrio, lo invitó para que llegue con esta novedad. La idea es que la gente que vive de la basura en ese lugar pueda conocer que hay muchas cosas que se pueden hacer con los residuos. Alfredo se aloja en la ciudad en el gremio de los judiciales, quienes gratuitamente dieron el espacio para el artesano, que además no cobra por dictar sus cursos.
“Nuestro proyecto tiene un fin ambiental y también social. Se trata de una forma de convertir los residuos en cosas interesantes y así no seguir contaminando el planeta”.
Santa cruz consideró que los residuos pueden ser un material muy importante y aseguró que si este modelo no está tan difundido es solamente porque faltan ejemplos sociales: “Si Susana Giménez se sentara en un sillón de botellas de plástico o Marcelo Tinelli tuviera la cucha del perro hecha con botellas, seguramente todo el mundo los usaría. El resultado sería que no habría botellas plásticas tiradas por todos lados y habría objetos muy creativos”, ejemplificó.
Publicado por: UnoEntreRíos.com.ar